CAMINANTE. HAY CAMINO
Caminante, hay un camino
que es preciso recorrer:
es el camino interior
que conduce hasta la fe.
Los caminos del Señor
no están hechos de pisadas:
arrancan del corazón
y, por las sendas del alma,
los va trazando el amor
a la luz de la esperanza.
Los caminos del Señor
son esa senda escondida
a la que sólo nos lleva
la oculta sabiduría
de concurrir con los otros
ilusiones y alegrías.
Los caminos del Señor
están hechos de silencio,
pues la palabra de Dios
tan solo resuena dentro
de los que impiden que el lujo
aturda sus sentimientos.
Los caminos del Señor
no son caminos de gloria;
los va trazando el sudor
de quien construye su historia
sin sombra de corrupción
y con limpia trayectoria. |