CUENTOS PEQUEÑOS
-Por José Sépi-
Cuentos pequeños, con enseñanza para reflexionar.

EL SERVIDOR DEL REY
Un mañana el oso pardo que era el rey del bosque, dijo a todos los animales:
"A quien me demuestre ser el animal más humilde del bosque, le regalaré la mitad de mi reino."
Entonces se presentó un zorro y enunció:
"Yo soy el animal más humilde. No tengo casa ni familia ni ropas que ponerme. Y mi comida, debo conseguirla día a día."
Después llegó un ciervo y expuso:
"El animal más humilde del bosque soy yo. Todos mis hermanos ciervos cuando llegan a adultos, exhiben con orgullo sus cuernos. En cambio yo, a pesar de mi edad adulta, aún no me han crecido los cuernos."
Luego apareció un castor y proclamó:
"Mi rey, si quieres dar la mitad de tu reino al más humilde del bosque, pues aquí tienes a tu candidato: yo nunca he pedido nada a nadie, he sido trabajador toda mi vida y aún así, no tengo cosa alguna que sea de mi propiedad."
Y así fueron pasando uno a uno todos los animales del bosque, pero cuando ya la fila parecía haber finalizado, el rey del bosque preguntó: "¿Ya nadie más queda?"
Su fiel servidor le contestó: "Ya nadie más, mi rey."
Pero el rey le respondió: "Sin embargo, tú no te has presentado, mi fiel y servidor amigo."
El fiel servidor le dijo:
"Mi rey, yo no soy digno de nada, más que de servirte."
Y desde ese instante, el rey del bosque le otorgó a su fiel servidor la mitad de su reino.
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Reflexión: La humildad nada tiene que ver con nuestra manera de vestir, nuestros estudios o el barrio donde vivamos. Una persona humilde es aquella que sabe escuchar al otro, que tiene respeto, que reconoce si se ha equivocado. Una persona humilde no se vanagloria de sus éxitos, ni presume de ellos. Se reconoce de igual dignidad que los demás, porque todos venimos "de la tierra". Quien tiene modestia, tiene humildad. La humildad es reconocer que nuestras aptitudes y talentos, son dones que Dios nos ha otorgado. En Lucas 14, 11 nos dice: "Porque todo el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado." También en 1º Carta de Pedro, 5, expone: "Traten de rivalizar en sencillez y humildad unos con otros, porque Dios resiste a los orgullosos, pero da su gracia a los humildes." |